Todo el mundo tiene un ángel, un guardián que nos cuida.
No sabemos que forma tomará.
Un día es un viejo, al otro un niño.
No dejes que las apariencias te engañen...
Pueden ser tan feroces como cualquier dragón.
No están aquí para luchar nuestras batallas...
Sino para susurrarnos desde nuestro corazón.
Recordándonos que somos nosotros...
Todos nosotros los que tenemos el poder de los mundos que creamos.
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Podemos negar que nuestros ángeles existen.
Convencernos a nosotros mismos de que no son reales.
Pero de todas formas se aparecen...
En lugares extraños y en momentos extraños.
Nos pueden hablar a través de cualquier personaje que imaginemos.
Lucharán contra demonios si tienen que hacerlo...
Desafiándonos...
Retándonos a que luchemos.
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